- Como parte del convenio entre la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE) y la Escuela de Capataces Agrícolas de Catarroja, de la Diputación de Valencia, el pasado lunes 9 de diciembre, Jose Luis Moreno, del Equipo Técnico de SEAE, desarolló un completo taller teórico - práctico sobre materia orgánica y compostaje y contribuir así al cierre de ciclos.
- "Las futuras generaciones deben aprender el valor de mantener la fertilidad de nuestros suelos, dado que esto es la base de nuestra futura supervivencia en base a los alimentos que requerimos diariamente, sin olvidar que no podemos "comer nuestro dinero"", destaca JL Moreno.
(Resumen de la práctica de compostaje en la ECA, por JL Moreno) - En la actualidad, nuestra sociedad moderna plantea una curiosa paradoja: por una parte nos estamos quedando sin suelos fértiles por la erosión y por los escasos porcentajes de materia orgánica que éstos contienen, y por otra, gestionar los residuos orgánicos (domésticos, jardinería,...) en nuestros núcleos urbanos representa un gasto importante en el presupuesto municipal-autonómico, con problemática similar en los ámbitos agrícola, forestal e incluso industrial. Al conectar ambas situaciones, al igual como se cierran los ciclos en el medio natural o la llamada "economía circular", cambiamos la etiqueta de los materiales pasando de la palabra "residuo" a "recurso", consiguiendo resolver dos "aparentes" problemas y obteniendo, tras un buen compostaje, una fuente de materia orgánica estable que alimenta nuestros suelos y con ello nuestras plantas.
¿Por qué es tan importante la materia orgánica para nuestros suelos agrícolas?
Tal y como reflejan las investigaciones de las últimas décadas, nuestros suelos son productivos con un contenido mínimo de la misma (1,5-2,5%). A grandes rasgos, desde el punto de vista físico, la materia orgánica evita la pérdida de arcilla y favorece la proliferación de hongos beneficiosos que crean agregados estructurantes del suelo, así como actuar como una esponja para el agua, protegiéndolo de la erosión y la degradación. Desde el punto de vista químico, la materia orgánica mantiene un ph equilibrado, favorece el lavado de la salinidad y evita la pérdida de nutrientes necesarios para las plantas. Desde el punto de vista biológico, evita la proliferación de patógenos y enfermedades. Desde el punto de vista medioambiental, la materia orgánica "secuestra" el carbono ambiental y ayuda en la lucha frente el cambio climático.
Ante el nuevo panorama mundial, donde es urgente encontrar soluciones sostenibles para resolver los problemas ambientales, el compostaje de los residuos orgánicos locales es una respuesta simple, ecológica y económica para obtener abonos y enmiendas orgánicas para nuestros suelos. Hablamos de un proceso aeróbico que simplemente imita a la naturaleza pero de forma acelerada y controlada, a través de un gran abanico de técnicas que abarcan desde las más tradicionales hasta las que incorporan las últimas tecnologías. Las técnicas de compostaje se adaptan a la situación de partida, dependiendo de los volúmenes iniciales, las condiciones ambientales, el tipo de materiales disponibles,etc pasando desde el ámbito doméstico al ámbito industrial. Dentro de estas prácticas, se incluye el llamado compostaje en superficie, en el cual se considera la ganadería extensiva ecológica con rotaciones adecuadas que permiten la recuperación e incluso mejora del suelo, lo cual es perfecto porque no es posible separar la ganadería de la agricultura desde el punto de vista agroecológico.
Las futuras generaciones deben aprender el valor de mantener la fertilidad de nuestros suelos, dado que esto es la base de nuestra futura supervivencia en base a los alimentos que requerimos diariamente, sin olvidar que no podemos "comer nuestro dinero". Para ello, son necesarias prácticas de compostaje como la ofrecida ayer por SEAE a los estudiantes de la Escuela de Capataces Agrícolas-ECA de Catarroja (Valencia), para que aprendan a ver cada resto orgánico local como un recurso a modo de "diamante en bruto", que potencialmente pueden compostar y transformar en un material orgánico que mejorará las propiedades del suelo donde lo apliquen.
Tal y como pudimos ver en dicha práctica, la combinación de unos conocimientos teóricos básicos con una práctica inmediata en campo, resultan en un aprendizaje real y efectivo de cara a su futuro personal y profesional, que en este caso será aun mayor con la expectativa de haber contribuido al inicio del proyecto de finca demostrativa de cultivos ecológicos de la ECA. Durante toda la práctica los/as alumnos/as trabajaron con restos orgánicos locales que contribuyeron a cerrar ciclos: restos de poda triturados de la propia escuela, estiércol de caballerizas cercanas, paja de arroz de los cultivos próximos (salvada de ser quemada) y cañas silvestres de los límites de la propia finca, una buena combinación de materiales económicos, locales y sostenibles para producir su propio compost.
Por José Luis Moreno, Equipo Técnico de SEAE.
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Fotografías por la ECA de Catarroja